Líderes de las principales empresas petroleras, como TotalEnergies, Shell y EnQuest, están muy preocupados por la escalada del conflicto entre Israel e Irán. Advierten que si se ataca la infraestructura energética clave, esto podría tener graves consecuencias para el suministro y los precios del petróleo a nivel mundial.
Tras el ataque sorpresa de Israel a Irán el viernes, la situación ha empeorado. Aunque las infraestructuras energéticas principales no han sido afectadas directamente, algunas instalaciones de petróleo y gas sí lo han sido. La mayor preocupación es la posibilidad de que Irán bloquee el Estrecho de Ormuz, una ruta marítima vital para el petróleo.
Wael Sawan, CEO de Shell, mencionó que los últimos días han sido «muy preocupantes» para el sistema energético global debido a la incertidumbre. Por su parte, Patrick Pouyanné, CEO de TotalEnergies, dijo que su principal inquietud es la seguridad de sus empleados en la región y espera que las instalaciones petroleras no sean atacadas.
El conflicto ya está afectando los precios del petróleo. El Brent subió un 3% a $75.41 por barril, y el West Texas Intermediate (WTI) un 2.7% a $73.74. Los comerciantes ven esto como el evento geopolítico más significativo desde la invasión rusa de Ucrania en 2022.
Algunos dueños de barcos ya están evitando el Estrecho de Ormuz, una señal de la creciente tensión. Aunque muchos dudan que Irán pueda cerrar el estrecho completamente, su interrupción, incluso temporal, dispararía los precios del petróleo y los costos de envío. Amjad Bseisu, CEO de EnQuest, calificó el 2025 como «el año de la volatilidad», esperando que el conflicto termine pronto para estabilizar los mercados.