Las World Series of Poker comenzaron con buen ritmo, y en solo el segundo día ya se entregó el primer brazalete de la serie. Miles de jugadores están listos para competir, pero fue alguien acostumbrado a estar del otro lado de la mesa quien se llevó el primer gran premio del año.
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Phovieng Keokham ha pasado más de dos décadas trabajando en salas de póker, manejando cartas y fichas para otros. Pero esta vez, decidió sentarse como jugador y demostró que también sabe ganar. Luego de una intensa jornada, terminó llevándose el brazalete y un premio de $64,369 dólares.
“Siempre me decían ‘Mr. Min-Cash’ porque solía cobrar en los torneos, pero sin llegar lejos”, contó después de su victoria. Este triunfo cambia por completo esa historia. No solo venció a cientos de rivales, sino que lo hizo en una de las series más importantes del mundo.
Durante la jornada también se vivieron momentos curiosos. Uno de los finalistas, Christopher Zollo, había elegido un apodo poco apropiado en la app oficial del torneo y tuvo que cambiarlo antes de seguir jugando. Aun así, logró llegar hasta el mano a mano final y se llevó $42,886 por su esfuerzo.
Las WSOP recién comienzan, pero ya están dejando claro que cualquier cosa puede pasar. La historia de Keokham es una prueba más de que en el póker no importa si llevas años detrás de la mesa: cuando te toca jugar, todo puede cambiar.
