Chime: De desaparecer en el 2016 a valer mil millones

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El jueves, Chime, el popular neobanco, protagonizó una de las OPV (Ofertas Públicas de Venta) más esperadas del año. Logró recaudar $864 millones de dólares y fijó el precio de sus acciones en $27, superando el rango inicial. Esto le otorgó una capitalización de mercado de unos $9.8 mil millones de dólares al iniciar. Aunque esta cifra está por debajo de su última valoración privada de $25 mil millones, las acciones abrieron a $42, reflejando un apetito voraz de los inversores minoristas impulsado por impresionantes cifras financieras.

Chime reportó ingresos de $1.3 mil millones en 2023 y $1.7 mil millones en 2024. Sus pérdidas se redujeron drásticamente de $203 millones en 2023 a solo $25 millones en 2024. Incluso, la compañía fue rentable en el primer trimestre de 2025 con $13 millones de beneficio neto. Sin embargo, su camino no ha sido fácil: enfrentó despidos en 2022 y una disputa regulatoria en 2021 que le prohibió autodenominarse «banco». La mayor batalla fue en 2016, cuando estuvo a punto de quebrar antes de su Serie B, al recibir «100 noes» de inversores.

El cofundador Ryan King recordó lo difícil que fue convencer a los inversores en los primeros cinco o seis años, una lucha que casi los deja sin dinero. Pero ellos, junto al CEO Chris Britt, creían firmemente en su misión: ofrecer una experiencia bancaria en línea gratuita para el usuario, dirigida a la clase trabajadora y con un modelo de negocio basado en tarifas de intercambio, eliminando cargos por sobregiro y ofreciendo herramientas para construir crédito. A pesar de los desafíos y el escepticismo de los capitalistas de riesgo, una única inversora inicial, Lauren Kolodny, creyó en ellos.

Kolodny, entonces socia de Aspect Ventures (hoy cofundadora de Acrew Capital), lideró una extensión de Serie A de $9 millones, salvando a Chime cuando no tenían ninguna otra oferta. Su apoyo fue tan crucial que Chime la invitó a tocar la campana de apertura en NASDAQ. Gracias a esa inversión, Chime levantó un total de $21 millones en ese momento, para luego sumar unos $2.65 mil millones como empresa privada, atrayendo a renombrados capitalistas de riesgo. Kolodny, que invirtió a 26 centavos por acción, sin duda obtuvo una ganancia significativa.

El «broche de oro» para King llegó durante la presentación a inversores institucionales para su OPV, cuando un guardia de seguridad, al ver la tarjeta Chime de Chris Britt, guiñó un ojo y exclamó: «¡Cuentas de cheques y de ahorros, bebé!», dando un «high five» a los fundadores. Este pequeño gesto de un cliente real validó el esfuerzo y la misión de Chime.

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