Sam Altman, el visionario CEO de OpenAI, compartió una lección fundamental sobre cómo afrontar los desafíos profesionales durante una charla en su antigua escuela. Su propia trayectoria es un testimonio: en 2005, tomó la audaz decisión de abandonar Stanford para fundar Loopt, una aplicación de redes sociales. Aunque entonces no lo sabía, ese paso fue crucial para su futuro.
Intentar, Fallar y Volver: El Riesgo Inteligente
Altman destacó que dejar la universidad era algo «muy divertido para probar» y, sobre todo, un paso reversible. «Esa es la clave de la mayoría de los riesgos, ya que muchas cosas no son una puerta de un solo sentido», explicó.
Esta perspectiva resuena con la de Jeff Bezos, fundador de Amazon, quien habla de las «puertas de doble sentido»: decisiones que se pueden deshacer fácilmente, a diferencia de aquellas sin vuelta atrás.
El Verdadero Peligro: No Atreverse a Intentar
Altman enfatiza que evitar riesgos no siempre es lo más seguro. «Lo arriesgado es no intentar las cosas que podrían funcionar», afirmó. Según él, el arrepentimiento puede aparecer años después: «Uno podría mirar hacia atrás y decir: ‘Me gustaría haber intentado lo que realmente quería'». Por eso, recomienda «poner un enorme valor en hacer eso cada vez que sientas que podrías decirlo más adelante».
Nuevos Caminos para las Nuevas Generaciones
El CEO de OpenAI también animó a los estudiantes a cuestionar el camino tradicional (universidad, trabajo fijo). «Ahora creo que el camino tradicional está, no voy a decir ‘cayendo’, pero sí muy desafiado», señaló Altman, y advirtió que la Inteligencia Artificial, con avances como ChatGPT, acelerará aún más esta transformación.
Las nuevas generaciones ya lo entienden. Un estudio de Handshake, una plataforma de empleo para estudiantes, revela que el 43% de los jóvenes de la generación de 2025 ya anticipa que cambiará de campo al menos una vez en su carrera. Como dijo Christine Cruzvergara, de Handshake, «Esta generación valora tener opciones».
Conclusión: El Arrepentimiento, el Mayor Riesgo
En resumen, Sam Altman nos invita a repensar nuestras decisiones importantes. Su mensaje es claro: el verdadero riesgo quizás no esté en equivocarse, sino en no atreverse a intentar. «Lo arriesgado es no intentar las cosas que podrían funcionar».