Sistemas como Amazon Alexa o Google Assistant permiten gestionar luces, termostatos y sistemas de seguridad con simples comandos de voz. Estos asistentes, basados en IA, no solo facilitan tareas cotidianas, sino que también aprenden de nuestros hábitos para anticiparse a nuestras necesidades y brindar soluciones cada vez más personalizadas.
Esta integración tecnológica está redefiniendo la forma en que interactuamos con nuestros espacios, haciendo que los hogares sean más seguros, cómodos y energéticamente eficientes. Pero su impacto no se limita al entorno doméstico: la inteligencia artificial también está impulsando la productividad en entornos laborales. Un ejemplo destacado es Fingerprint 2.0, una nueva herramienta anunciada por la plataforma de presentaciones Prezent, que utiliza IA para optimizar la creación de diapositivas de forma inteligente y automatizada.
También inteligencia artificial está revolucionando sectores clave como la salud y el transporte. En el ámbito sanitario, permite diagnósticos más precisos y tratamientos personalizados al analizar grandes volúmenes de datos médicos. En el transporte, impulsa avances como los vehículos autónomos y la gestión inteligente del tráfico. Empresas como Synop ya utilizan IA para automatizar operaciones en flotas de vehículos eléctricos, mejorando la eficiencia y seguridad en la movilidad.